El eterno debate entre amantes de la tortilla de patata ha tenido al mundo entero dividido durante años; entre quienes la disfrutan con cebolla o sin cebolla, y quienen la prefieres muy hecha o poco hecha. En este sentido las personas que siguen una alimentación vegana lo tienen muchísimo más claro: ¡la tortilla sin huevo!
Puede que muchas personas ni siquiera se hayan planteado que pudiera existir esta posibilidad y quizás lo vean como una aberración. «¿Cómo va a ser posible hacer una tortilla sin huevo? La patata no cuajaría con nada, sería simplemente patata frita con cebolla».
La respuesta es SÍ. No solamente es posible hacer tortilla de patata sin huevo, sino que desde hace mucho tiempo se vienen comercializando en supermercados, centros comerciales y tiendas biológicas. Si no las has visto es simplemente porque no las has estado buscando, ya que mucha gente prefiere preparla en su casa como se ha hecho toda la vida. Afortunadamente, este es uno de los grandes beneficios del progreso, que podemos encontrar de todo en casi cualquier sitio para que podamos escoger lo que nos interesa en cada momento.
Un ejemplo clásico de ello es la marca Soria Natural, que lleva ya unos cuantos años comercializando sus diferentes versiones de la tortilla de patata vegana, que además son ecológicas. Esta tortilla puede ser comprada principalmente en grandes superficies comerciales. La tortilla de Soria Natural está compuesta principalmente por tofu, bebida de soja y almidón de tapicoa, además de tener una versión con cebolla y otra sin cebolla. Recientemente han ampliado su oferta de tortillas veganas al incorporar una soprendente y original tortila de quinoa y otra de verduras con kale.
Otra empresa que ha decidido introducir en su oferta la tortilla vegana ha sido la cadena de supermercados LIDL, por medio de su marca blanca My Best Veggie. Se trata de una tortilla 100% vegetal a un precio muy asequible, por debajo de los dos euros.
La tortilla de My Best Veggie, lleva cebolla, garbanzos enteros cocidos deshidratados, goma xantana y fibra vegetal (guisante, bambú y caña de azúcar). Como podéis observar cada una de estas marcas substituye el efecto del compactante del huevo de manera diferente, pero con resultados igual de sabrosos.
No obstante, a pesar de presentarse como alternativa cuyo sabor se aproxima de manera sorprendente a la tortilla con huevo, no se trata de productos que destaquen por su estética. Por supuesto que son muy útiles para solucionar una comida o cena, pero está claro que la versión industrial no supera a la versión casera. Por ello os dejamos a continuación una receta a base de harina de garbanzo, que se puede comprar en cualquier supermercado, para que podáis hacerla en casa a vuestro gusto.
La última empresa en sumarse a las tortillas sin huevo ha sido la empresa de productos cárnicos Palacios Alimentación, que comercializa una tortilla de patata vegana con cebolla de 650 gramos de peso. Esta tortilla es elaborada con patatas, cebollas, garbanzos y aceite de oliva. Además no contiene gluten, lactosa, conservantes y colorantes. Cuenta con la particularidad de que su veganidad está avalada por el Certificado vegano V-Label.
Ingredientes:
– 5 patatas
– 1 cebolla (opcional)
– Ajo en polvo
– 80g de harina de garbanzo
– 250ml de agua
– 1 pizca de sal negra del Himalaya (le da un leve sabor y olor a huevo)
– 1 cucharadita de cúrcuma, para darle coloración
– Una pizca de tomillo y otra de orégano
– Aceite
Elaboración:
Pelamos y cortamos las patatas en trozos pequeños y a poder ser de igual grosor, y las freímos en aceite abundante sin dejar que se doren demasiado para que se mantengan esponjosas. Freímos también la cebolla con las patatas.
En un recipiente ponemos la harina de garbanzo, agua, sal, una pizca de ajo en polvo, cúrcuma y las especias. Con la ayuda de una batidora mezclamos bien todo. Introducimos las patatas junto con la cebolla en el reciplente con la mezcla, y removemos con una cuchara de madera para que se reparta todo bien. El resultado debe ser una masa no demasiado suelta, ni demasiado compacta.
Engrasamos una sartén con algo de aceite y la ponemos al fuego. Una vez el aceite esté muy caliente, vertemos la mezcla y con una espátula le vamos dando forma, haciendo también que no se pegue. No debemos esperar a que la tortilla «cuaje» sola, ya que no está hecha con base de huevo, sino que debemos velar porque no se pegue, y que todas las partes se vayan cocinando bien.
Repitiendo este mismo proceso, le iremos dando forma a fuego medio-bajo, dándole al menos 4 vueltas cada 2 minutos. En caso de que se deshaga no os preocupéis, porque podéis volver a darle forma con la espátula. Cuando veáis que ya está cocinada, podréis retirarla del fuego.